miércoles, 25 de junio de 2014

Otro final de curso

Vuelvo a ti con las heridas cicatrizadas de un nuevo desengaño, con las ilusiones intactas ante un amanecer de proyectos y retos. Al mirar al horizonte del futuro, veo atardeceres cercanos que huelen a sal y compromisos que harán de nuevo sacar lo mejor de cada uno de nosotros, y es que el mes de Septiembre se nos acerca en silencio pero a un ritmo trepidante, trayendo en sus largos días, nuevas uniones avaladas por ilusiones de besos eternos.

Estos días de silencio me han marcado, me han hecho un poco mas viejo, las mentiras y las falsas promesas me han puesto en aviso, pero yo, vehemente a los consejos de aquellos que saben mas de este teatro llamado vida, volví a levantarme y aquí me tienes, volviendo a darle forma a proyectos, resistiendo a otro final de curso que volvió a hacer a aparecer en mis mejillas lágrimas, ante el fugaz transito del paso del tiempo. No lo puedo evitar, me asustan los amaneceres, la sensación de vacío al pensar que no aprovecho el paso de los días, teniendo siempre la sensación de haber dejado pasar ese o aquel otro abrazo, el no haberles dicho, a gritos de un susurro, a esos que me quieren, que yo también los quiero a ellos, me asusta pensar que se me va de las manos vuestra inocencia...

Has vuelto a llevarte meses de vivencias, mañanas de madrugones,  semanas de retos cumplidos y chandals que nuevamente vuelven a quedarse pequeños. Toca guardar en ese inmenso baúl del sótano, cuadernos y libros gastados, donde quedan escritos los sueños de aquellos que inundan mis preocupaciones. Os hacéis mayores y yo sigo sin poder parar el paso del tiempo, se me van de las manos vuestras ilusiones inocentes, vuestras dudas sin respuesta, se me escapan vuestros años de necesitarme, se me van los días de disfrutaros a mi lado, las tardes de pasear los cuatro juntos sin las prisas de esperaros aquel adolescente amor. Otro curso vuelve a llevarse millones de juegos en un patio solitario, miles de historias vividas entre paredes de aulas centenarias e historias que terminan con un sencillo hasta mañana. Vosotros le decís al curso adiós deseando vivir días de playa y atardeceres de juegos y yo, veo como de mis manos, se escapa la posibilidad de reteneros a mi lado, para seguir moldeando vuestra inocencia a mi forma y manera.

Ha sido un curso diferente, un curso donde los días han pasado rápido, un curso donde los jueves se han vuelto irrepetibles por culpa de algo tan sencillo como hacer feliz tu deseo. Tu, con tus ojitos de almendra, con los que peligrosamente has aprendido a chantajearme, me pediste ser tu catequista, llevarte de la mano a conocer a un amigo común, un bello y apasionante reto que culminará con tu inocencia vestida de comunión. Yo, cómplice de tus chantajes, acepté, no sin miedos y recelos, pero entendí que no podía fallarte y te lo agradezco eternamente, porque gracias a aceptar tu reto, he conocido a personas maravillosas, personas que al igual que yo, piensan, que no hay mejor forma de perder el tiempo que haciendo felices a aquellos que nos rodean. Carolina, Vanesa, Pili, Patricia, Olivia, Belén, María Jose y dos jovenes promesas de maestras, Belén y María Jose. Gracias a todas por enseñarme lo mejor de vosotras. Pero especialmente bello ha sido disfrutar de una monjita, que nos ha regalado toda su bondad y su enorme conocimiento, Madre Elvira que facil ha sido todo a tu lado, sigue haciendo creer a los que te disfruten, haya donde vayas, que todo es mas sencillo si das lo mejor de ti, desde la sencillez y el respeto. Y a mis niños, a esos nueve personajitos que me han hecho llorar y reir, enfadarme y alegrarme... gracias, gracias por ser protagonistas de mis jueves y por enseñarme que las pequeñas cosas, hacen mas fácil el transito de un nuevo curso. No dejéis nunca de sonreir. Gracias hija por pedirme ser tu catequista. A ti, que hace días me levantabas al caerme, te prometo que recorreremos juntos el mismo camino que estoy recorriendo con la mas bella de las pizpiretas.


Volverás en Septiembre y yo, estaré esperandote, para transitar por ti, con mis miedos y mis ilusiones. Mientras tanto, toca disfrutar de largos atardeceres y noches de calor y sueños, sueños en los que se repite siempre el mismo deseo, ese de hacer feliz a aquellos que cada viernes duermen a mi lado.

Otro curso menos, pero un curso maravilloso mas....

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario