viernes, 25 de septiembre de 2015

Si fuese ayer...



Y llega Septiembre, y se acortan los días. Y llega el Otoño y cambia el color de los atardeceres.Y llega hoy, y vuelve a ser ayer, vuelve a ser ese día donde Sevilla se vistió de novia en tu cara y encontré en su Amargura la paz de tus besos.

 Y vuelvo a mirarte y siento lo mismo que ayer, veo en ti mi calma, el lugar donde mis sueños, encuentran el peaje de las prisas, y me tiemblan los labios cuando te digo te quiero, como te dije ese sábado de otoño con colores de verano, Y me quedo de nuevo en tus manos, cuando te las agarro al dormirme, porque en tus manos encuentro, la fuerza para mirar de frente al mañana, Y vuelve a ser sábado, cuando en tu risa se dibuja, el silencio de tus palabras. Y te veo en el Alcázar, cuando tu mano aprieta, tres veces la mía,

Vuelve a ser ayer, y quiero eternamente que sea sábado, ese sábado de Septiembre cuando a tu lado empecé a sentir, que es posible cumplir sueños. Y si hoy fuese ayer, volvería de nuevo a decirte las mismas palabras que te dije, pero te las diría bajito, como te gusta que te diga las cosas.Quizás no vuelva nunca a ser ayer, pero yo lo rescodaré como si estuviese pasando ahora, porque ese día, fué y será el mas bonito de mi vida

Ahora, habiendo cumplido unos pocos y teniendo aún, un puñado de sueños por cumplir, quiero pararme para darte las gracias: GRACIAS POR SER COMO ERES, sencilla, natural, generosa, transparente y buena, eres la mujer que quiero siempre tener a mi lado, y si algún día vuelve a ser ayer, que sea eternamente hoy, para poder estar a tu lado mañana.

Felicidades cariño y gracias por tantas y tantas cosas...

sábado, 19 de septiembre de 2015

El guardián de tu fe



De mi mano o de la tuya. Mirándote o mirándome. Levantándote o levantándome. De un modo u otro, siempre me vas a tener a tu lado. Quizás mis canas te hagan plantearte dudas e incluso algún día, me preguntes quién soy, porqué salgo en esa o en aquella otra foto y porqué aparezco en aquellos momentos, en los que siempre te recuerdas sonriendo.

Sería tan sencillo como decirte que soy parte de tu vida, que tu padre y yo hemos compartido sueños y fracasos, o que tu primer apellido, nos va a unir para siempre. Pero no, lo mio y lo tuyo va mas allá, porque mañana cuando sujete la luz de la fe, te miraré a los ojos, a los ojos mas preciosos que han visto nunca los míos, y te contaré sin palabras, que siempre me vas a tener a tu lado, que siempre me vas a encontrar cuando me necesites, que no seré yo quien te marque las reglas, porque yo quiero hacerte las reglas mas faciles, que no seré yo quien te niegue un capricho, porque a tus primos, tu padre se los ha dado siempre, que no seré yo quien no te diga guapa, aunque ese día tu amanecer no haya sido el soñado, que no seré yo quien no suspiré, cuando te vea alejarte, porque yo siempre te sentiré a mi lado.

Y será mañana, cuando el aceite se funda con el blanquito de tu piel, cuando le pediré a mi Dios, que te haga un hueco en la cuna de mi fe, que quiero llevarte de la mano por las estrecheces de mis miedos, que quiero contarte, que no hay mayor amor, que el que no se ve, que siempre que necesites una mano, vas a encontra la de El, y que siempre, siempre, voy a ver en tu cara la inocencia de mi calma, porque tu eres mi niña, mi sobrina, la vida de mi vida, la sangre de la sangre que recorre mis brazos, que es la misma que recorre las arterias de tu padre, la misma que riega el corazón de mis hijos y la misma, que me hace llorar, cuando pienso en que algo malo pueda pasarte.

Mañana, cuando la vida refresque tu piel, en forma de agua, habrás nacido a la vida, a la vida de mi fe, de la fe de mis mayores, de la fe de tus padres, y ya serás para siempre semilla de la fe mas hermosa que hay, la fe de Dios. Yo solo seré la barandilla donde podrás sujetarte en momentos de dudas o incluso cuando tus miedos, no encuentren respuesta, a mi me vas a encontrar siempre que me busques, porque yo siempre voy a estar cerca de ti, aunque algunas veces, cuando mires hacia atrás, no me veas, pero yo siempre voy a estar cerca de ti, porque yo desde mañana, seré eternamente, el guardián de tu fe...



viernes, 4 de septiembre de 2015

La fuerza de Septiembre



En ocasiones, no tenemos la virtud de saborear lo que la vida nos regala en ese instante y preferimos perder la esencia, pensando en que pronto, volveremos a lo de siempre, Dejamos pasar infinitos atardeceres, imaginándonos vestidos de invierno, cuando la luna solape al radiante sol, a eso de la media tarde.
El ser humano es así, y lo seguiremos siendo, porque aunque los propósitos de cambio, siempre son abundantes, la realidad nos golpea constantemente, en forma de nuestros mismos errores.
Sin lugar a dudas, en estos primeros días de Septiembre, me siento un privilegiado y os voy a contar porque. He tenido la suerte de disfrutar de unas maravillosas vacaciones, donde si tuviese que quedarme con un momento vivido, sería incapaz de hacerlo, porque los días de Agosto, los he saboreado de forma apasionante, disfrutando de mi familia, de mis amigos y de mi tiempo libre,tres de las cosas que mas me gustan en esta vida, de ahí que quedarme con un solo momento, me resulte extremadamente difícil.
El privilegio viene, cuando toca mirar hacia adelante y ves que tienes la suerte de incorporarte a tu trabajo, lo que es sinónimo de salud, y a la necesidad de abordar nuevos retos y de alcanzar nuevas metas, y no me refiero solo a las que te marcan tus jefes o las cifras que te señalan tus objetivos, me refiero a los sueños que quieres alcanzar tu, y no hablo que nos toque la lotería, hablo de pequeñas metas que nos hagan sentirnos bien con nosotros mismos,
Evidentemente sentado en la orilla y mirando al infinito, los problemas los ves de otro modo, pero también debemos aprender a encontrar la felicidad, en un día cualquiera de nuestro apretado y monótono calendario, así, solo así, aprenderemos a disfrutar de esas pequeñas cosas que nos regala la vida.
Toca mirar adelante, si adelante, porque la vida es maravillosa y de todo hay que sacar lo bueno, aunque tu, que tienes que incorporarte a tu trabajo y dejar a tu hijo solo por primera vez que le viste la carita, no seas capaz de pensar así, o tu que vas a ese trabajo que no te mereces, pero que es el que tienes, o tu que vuelves a engrosar la lista del paro, perdiéndo toda esperanza a encontrar un trabajo
que te haga sentirte util o incluso tu, que llevas treinta años realizando lo mismo día tras día.
Encaremos ese día a día con la misma fuerza y la misma pasión que encaramos esos atardeceres, en los que nuestro único objetivo, es mirar de lejos a Septiembre, porque queramos o no, pronto, muy pronto, estaremos de nuevo moviendo las fichas de dominó y mirando al mar...