lunes, 27 de mayo de 2013

Magna Mariana: Detalles de una mañana...segun Raul Morente

En esta ocasión el Sitio de mi Recreo de inunda de sentimiento...nuestro reportero y costalero de a pie, Raul Morente nos regala su peculiar forma de vivir la Magna Mariana, desde la trabajadera del buen gusto, del buen hacer de un cofrade de corazón grande...espero que disfrutéis!!!!!






























jueves, 23 de mayo de 2013

Magna Mariana: El amanecer de los sentidos



Llegó la hora de olvidarse de quejas, de lamentar posibles errores, y de guardar en un cajón ideas de egoístas mentes lucidas para mejorar, lo que según muchos, iba a ser un desastre. La buena voluntad de las Hermandades y la capacidad de reacción de todos los participantes hizo que la jornada se convirtiera en histórica. Granada demostró que su Semana Santa es mayor de edad y que gozamos de un nivel artístico e imaginero a la altura de los mas exigentes paladares.


Tal y como pasó en la Passio Granatenssis, para los cofrades, fueron especialmente bonitos y especiales los traslados de la mañana. Aún no se había despertado la ciudad, cuando se abrieron las puertas de los templos y uno tras otro, empezaron a llegar al corazón de la ciudad, embajadoras de belleza y perfectos escaparates de devociones. Las Hermandades, conscientes la mayoría, de lo histórico de la fecha, no escatimaron en esfuerzos y especialmente llamativos fueron algunos de los exornos florales utilizados, siendo las rosas las protagonistas principales, eso si, en amplio abanico de colores y tamaños. Las vestimentas de las titulares marianas también presentaban estrenos y variantes respecto a lo que podemos ver en Semana Santa, algunas de ellas de forma acertadísima y otras no tanto, también hubo quien apostó por presentar a su  paso de Palio tal y como se ve en la Semana mas hermosa del año.
Plaza Nueva, Plaza de la Mariana, Mesones y Alhóndiga, fueron los epicentros donde se concentraron mayor número de pasos y donde se aglomeraron, poco a poco, el mayor número de visitantes.
Fue un deléite para la vista y para los sentidos, ver despertar el día a los sones de rachear de zapatillas y roce de varales con bambalinas.
Imágenes irrepetibles, que quedarán en la mente de los cofrades granadinos, de los visitantes incrédulos y de los niños, y es que a ellos, es a los que mas tiempo va a tardar en olvidarse tan grandiosa jornada, sus ojos inocentes observaban las escenas sin saber encontrar explicación y se limitaban a preguntar a sus padres el porque de esa o aquella escena, los padres, torpes en ocasiones, hemos intentado explicarle, de la mejor de las maneras el porque de tan histórico día
.


La llegada a la plaza de las Pasiegas, fue la culminación de una mañana soñada, que el empeño de unos pocos y la capacidad de muchos, hizo posible...
De lo vivido en la Catedral hablaremos otro día....

Las fotos son todas del costalero a pie, Raul Morente.













martes, 21 de mayo de 2013

Mi Magna Mariana:El sueño de Consolación



Pasaste como pasa la vida, de forma fugaz, pero dejando en mi alma un regusto, que siempre saborearé. Fueron tantos los detalles de ese día, que desde este rincón voy a intentar contar en varias entradas, todo lo que mis ojos pudieron ver y lo que mi alma pudo sentir...

Cuando me preguntaron, ¿tu que haces en la Magna?, nunca tuve dudas: Yo saldré en Consolación.Sabía que esta decisión, habría quien no la entendería, incluso se que aquellos que no me conocen, les ha sentado mal verme con una sudadera que no es la que ellos quisieran ver, pero es que yo soy de Ella, y desde un primer momento Ella  y yo sabíamos que ese día estaba reservado para hablarnos en nuestro lenguaje, el del silencio, ese que solo los que me conocen bien, saben que allí me encuentro conmigo y con ese yo, que necesita de su llanto para aparecer.

El despertador sonó temprano, a eso de las seis...aun la luna le ganaba la partida al sol y los pájaros juguetones, saludaban al alba, presagiando que el invierno se había colado en un día de primavera, y es que últimamente, los cofrades, sabemos que la inmensidad de nuestros días grandes va ligada a la presencia de
tiempo inestable, y un día histórico, no podía ser menos.
La ropa estaba planchada y como si de un ritual se tratará, descolgué la medalla del cuadro donde descansa durante todo el año,  besé la foto antigua de mi abuela y mis pasos se encaminaron nuevamente a ti. Como si de un novio se tratase, no había querido ir a verte días antes, para encontrarnos de frente y poder estremecerme con tus bellezas, digo bien, tus bellezas: La de tu rostro y la de todo lo que te rodea, y es que en torno a ti existen angelitos de carne y hueso, que se preocupan porque no te falte detalle, te visten de reina, de madre y de amiga, te engalanan con la flor mas bella que los sentidos pueden percibir, te perfuman con la brisa que solo ellos pueden oler y es que Consolación, ellos saben que los proteges y los mimas, y ellos, el equipo de priostia de tu Hermandad, te lo pagan con el cariño que solo ellos saben regalarte,son las manos mas envidiadas por los que nos conformamos con mirarte, por eso desde aquí gracias por cuidarla y por quererla, y por hacer de su paso de palio, el cofre mas deseado por los que la paseamos.

¡Que belleza tiene tu dolor! Allí delante de tu palio, parezco tan pequeño, te miro y cada vez que lo hago te veo diferente, encuentro en ti detalles que la última vez no vi,  incluso ese sábado te vi sonreír, estabas feliz porque ese día, el sol te saludaría radiante, aunque tu eres mas de pasear bajo la luz que dan las estrellas, el sol te sienta tan bien.
La flor, tu tocado, las pinturas de tu candeleria, la cera de los farones, el llamador del Sagrado Protector, la vestimenta de María Magdalena, el empaque de tu nuevo manto, eras todo un detalle, estabas preparada para saludar a Granada y Granada estaba preparada para inundarse de ti, de tu dulzura, de tu llanto, de tu dolor, de tu belleza.


El Sagrado Protector nos miraba desde el altar y nos bendecía para tan histórico momento, y es que ese día nos regaló momentos que dificilmente se repetirán. El primero de ellos fue igualar a la cuadrilla que pasea al
Crucificado de San Agustín para poder disfrutar del peso de su bendita madre, ese día fuimos una cuadrilla, la cuadrilla de la Hermandad de San Agustín. Nuestro equipo de capataces no entendió de técnica, ni de alturas, ni tan siquiera de limitaciones, entendían de ilusiones, de sueños por realizar, de igualar debajo de Ella a amigos que comparten devoción y todo eso les hace muy grandes, gracias a su esfuerzo y nuevamente al equipo de priostia, el sueño pudo hacerse realidad...
Y allí estaban ellos, preparados para ser los pies de María en una mañana en la que los pasos de palio comenzaban a despertar a los adoquines de nuestra dormida ciudad, en sus caras pude ver la ilusión de poder llevarte y en otras, los nervios de la responsabilidad, que en breves minutos darían paso a la cara que se nos pone cuando sabemos que las cosas están bien hechas. Como no podía ser de otro modo, teníamos tarjeta de relevos(sabia que no me fallarías) que guardaremos en esa caja donde los costaleros guardamos nuestros tesoros. Después de regalarnos tu belleza plasmada en fotografía, el capitán de tu nave tocó el martillo de nuestros sentimientos y con una charla de esas que solo el sabe darnos, nos endulzó el alma, tal y como llevaba haciendo desde días antes, eres un capitán de corazón grande y alma costalera...

Sonó el martillo, entró la luz en la fría capilla de San Antón, el epílogo de tan bella jornada, empezaba a escribirse en las hojas de 30 corazones. Con esfuerzo y con maestría milimétrica, tu paso de palio estaba en la calle. Pocas, eran pocas las personas que allí te esperaban, pero eran las justas para regalarle el calor de tu belleza. Esos costaleros acostumbrados a levantar de forma pausada te llevaron al cielo y allí, donde los sueños suenan a tertulias de corbatas con varal de plata y carey, y solo se ve por los ojos de alma, se escuchó el sollozo de algún llanto que te agradecía el poder estar allí, contándote aquello que le entristecía el alma o sencillamente disfrutando de la compañía de sus amigos...

No se escuchaba nada, solo el rachear de zapatillas negras y en ocasiones, en encuentro seco de la base del varal con la mesa donde descansa tu sacra conversión, el sol vergonzoso, se escondía para no mirarte de frente y de paso, hacernos temer por un regreso acelerado.


Pero el sueño comenzó a coger forma cuando quedaste arriada en el interior de la Catedral, te dejamos allí durante unas horas para que fueran miles de personas los que observaran tu contemporánea belleza y la suavidad de tu talla. Te prometí volver para devolverte al calor de San Antón y así fue, pero antes de eso se volvió a vivir otro momento mágico.



Ahora le tocaba a tu cuadrilla pasearte en el final de esta jornada histórica. Allí estaban todos, los que
estaban y los que no, porque si faltaba alguno, estaba también. No es fácil ser de una cuadrilla de silencio sino se es costalero por devoción. Vienen a verte los kilos y tienes que pensar en Ella, sin tambores ni trompetas que te hagan aliviar el peso de una advocación, y es ahí donde aparece el costalero devocional, ese que no sabe de deporte sacro, sabe de amor al negro, a pasar desapercibido, a hablarte de tu con el solo acompañamiento de un suspiro, a darle la mano al compañero, que junto a ti, comparte el amor por Ella, sin importarle venir de lejos, para igualar bajo la oscuridad de tu infinito amor. Y es que tú, Consolación, has movido las conciencias de un grupo de personas y nos has hecho encontrarnos para hacer grande el significado de tu nombre y de paso, forjar una preciosa amistad, eso y el amor a ti, es lo que quedará con el paso de los años, lo demás, es disfrutar de regalos que la vida nos da...


Y que regalo nos hiciste esa tarde. Para ese momento, el sol apareció para saludar tu belleza pálida y dejar ver el llanto que reina en tu palida encarnadura, paso a paso, chicotá a chicotá, fuimos llegando al momento central del día, y frente a frente te posamos en donde María se hace patrona, allí se escuchó el sollozo anónimo de hombres silentes, cuyos corazones se sentían orgullosos de estar junto a ti, porque tu nos habías llamado. Frente a frente la tradición y el dolor, los años y tu juventud, la devoción y nuestro amor, la historia y nuestras suplicas, las palmas y el silencio...un momento que pellizcó mi alma y que permanecerá en mi durante el resto de mis días.

En esa levantá, frente a la Madre de los granadinos, se fueron las peticiones por los que tenemos hijos, las lágrimas por los que han perdido familiares victimas del cancer, las suplicas por los que esperan que su casa se inunde de chupetes, las ilusiones por una llamada que ofrezca un trabajo, los rezos para que tu consuelo se apiade de madres enfermas, los anhelos de aquellos que miran el futuro con miedo...allí se quedaron dos años de esperar tu peso en la cerviz de 48 almas que hacen del silencio su forma de darte las gracias


De vuelta por las calles de tu barrio, volivió a sonar el trio de clarinete y oboe, el sol dió paso timidamente a la luna, todo me recordaba de nuevo al Lunes Santo, se acababa el sueño de un dia, que marcará el presente de una cuadrilla, que se ilusiona al imaginar el futuro. Rodeado de vosotros y guiados por los que opinan que el buen ambiente, dará paso a la excelencia técnica, seguiré soñando con acariziar la dulzura de tu dolor.

Estas palabras son el resumen de mi sentir y es una forma de agradecer a todos los que ese día fueron parte de mi sueño.En el no aparecen nombres, porque cada uno de vosotros, sabéis el lugar que ocupáis en el.

Gracias por hacer humana a una cuadrilla y por hacer de un dia grande, algo histórico e inolvidable

Al cielo la Madre de Dios




Las fotos que acompañan esta entrada son de Raul Morente, Ricardo Diaz y Juan Spizley

martes, 14 de mayo de 2013

Magna Mariana o vivir lo soñado...



Ya está aqui. Nos hemos perdido en debates absurdos, pero ya está aqui.
Dejando a un lado posibles errores y aciertos, que los habrá habido, como en todas las facetas de la vida que requieren de una organización previa, llegan los días de sentirnos privilegiados y de paladear tan histórica fecha.
Somos tan egoístas, que nos permitimos perdernos en juzgar lo que esta bien o mal, sin pararnos a pensar, que tras esas decisiones, hay horas de reuniones y esfuerzos, y en algunos detalles, fuerzas mayores que tal vez a nosotros, ciudadanos de a pie, se nos escapen, aún creyendo que todo es público y que hoy en día, todo se sabe.
Va a ser un día inmensamente bello, las calles se inundarán de almas necesitadas de fe, de curiosos que vendrán a conocer la riqueza de nuestro patrimonio, de corazones solitarios que buscarán enamorarse de Ella sin saber, que esa belleza, ya tiene dueño o sencillamente, de hermanos de filas, que ese día podrán consolar su llanto desde la acera, tal y como no pueden hacer ese o aquel día en Semana Santa...y es que el próximo Sábado, Granada se inundará de María, de la Madre de Dios, esa que tal y como hacen todas las madres, lo dió todo por su hijo...para gloria de todos nosotros.

Desde muy temprano, antes de que amanezca, Granada se hará paso de palio y desde todos los rincones,
llegarán al centro embajadoras de belleza sublime, acogiendo en sus manos las suplicas de los necesitados, de los abandonados, de los perdidos y de los enamorados...desde el Sacromonte, desde el Realejo, desde el Albaicin, desde el Zaidin....de Granada a Granada, a regalarle al que nos visita, la hermosura barroca de la Comendadora de la Amargura, la devoción de un barrio hecha Luz, la blancura de la eucaristía de la niña Victoria, la perfección costalera para acunar a la Madre Esperanza, la magia de los bordados derramada en el palio de las Penas o la sencillez hecha blonda de una Virgen que derrama Amor y Entrega...ese día Granada será cuna de belleza y embajadora de amor hecho llanto, por eso ha llegado la hora de disfrutarlo sin pararnos a valorar si se podría haber hecho mejor o peor...

Ese día, todos iremos a ver a la Patrona, a felicitarla por el centenario de su coronación, cara a cara iran mirándose advocaciones diferentes pero idénticas, porque todas son la misma, aunque las llamemos a cada una por su nombre. Será un dia especial para todos, pero especialmente para esas personas mayores que ven en la Virgen de las Angustias, a la verdadera advocacion de Granada.


Al primero que le escuché hablar de organizar dicho evento fué al bueno de mi amigo Cecilio Cabello. Cuando me lo planteó, pensé que era una locura y que mis ojos no estarían abiertos para el día en que ese inmenso acontecimiento se pudiera llevar a cabo.
Ha pasado el tiempo y no sólo mis ojos van a poder verlo, sino que mi cerviz será parte activa de tan importante fecha.
Los costaleros somos parte importante de este mundillo llamado cofradías, aunque hay quien se permite decir que los pasos deberian ir a ruedas, aún sabiendo que algún día puede ser apaleada por sus propios hermanos, somos unos privilegiados. Pocas, muy pocas son las personas que van a poder participar esa tarde acompañando a su Hermandad en esa multitudinaria tarde desde dentro del cortejo, sin embargo nosotros, los costaleros, los haremos desde donde nos gusta hacerlo, desde donde nos gusta contarle a nuestras devociones nuestras cosillas, esas que ya saben y que no está de más recordarles, aprovechando que las tenemos tan cerca.
Pero a muchos nos ha tocado elegir. Al que siente esto como un deporte sacro, le va a dar igual ir en un sitio o en otro, lo importante para el será vestirse de costalero y poner una referencia mas, en un inmenso curriculum vacío de devociones. Por el contrario, los que somos hermanos de nuestras Hermandades, porque así nos educaron y así lo creemos, hemos tenido un dilema, que cada cual ha resuelto como ha estimado oportuno. En mi caso particular, pertenezco a las tres Hermandades en las que realizo Estación de Penitencia, pero nunca tuve dudas en la elección, más aún, cuando las dos a las que abandonaré ese día, no son mis cuadrillas, aún siéndolo, y además, por suerte, van a estar sobradas de gente, aunque tal y como era de esperar, hemos sido invitados a igualar...pero yo ese día me debo a Ella...

A Ella la conocí por casualidad, en una tarde de verano. Paseaba yo adolescente de la mano de un amor pasajero, cuando entramos a un céntrico templo buscando el frescor del mármol conventual y allí, en silencio, estaba Ella. Dicen que las imágenes te llegan  o no al alma, dependiendo de tu estado de ánimo, el mío, desconozco cual era ese día, pero me enamoré de tan dolorosa belleza y le prometí amor eterno e incluso, pasearla del brazo altanero, si algún día sus monjitas daban permiso para hacerlo. Iba a verla a menudo, a hablarle de mis cosas, Ella me miraba, sabiendo perfectamente de que le hablaba. El tiempo pasó. Era un amor forjado en la distancia de días de soledad, incluso estando lejos, siempre tenía un recuerdo para esa niña que aguardaba mi visita allá por San Antón. Cada Lunes Santo, se abrían las puertas de tan recoleto Convento y Ella, se quedaba allí, en su capilla, viendo como el Sagrado Protector la abandonaba aún sabiendose acompañada, y yo quedaba huérfano de mirarla de frente, e incluso me permitía no ir a verla y mirar a otras,  sabiendo Ella y yo, que nuestros días estaban cerca, que pronto pasearíamos nuestro amor en el más profundo de los silencios.

Las cosas llegan cuando menos te las esperas y cuando más las necesitas. Aquel año acudí a besarte
tímidamente tu mano, llevando en mis brazos el fruto de mi amor y me susurraste que el día estaba cercano a llegar. Pasadas unas lunas el sueño se hizo realidad...desde ese día, Madre Nuestra de Consolación, eres es refugio de mis suplicas y acudo a ti a observar que en el llanto, también se aprecia belleza y que aunque a veces la pena y lo más importante, en ti encuentro la humanidad de gente anónima, que impregnados de tu amor, se han convertido en compañeros inseparable de viajes y batallas, somos testigos de tu grandeza y cómplices de historias de amor que tienen nombres y apellidos.
Cada uno llegó a ti por diferentes motivos, algunos lo hicieron por hacer un favor y no volvieron, pero tu se lo agradeciste regalándole tu cariño, otros se quedaron allí y hacen de ti su amor secreto. Los tuyos, los que te sentimos como nuestra el próximo Sábado te pasearemos por el Reino de Granada, que ese día será Reino eterno de Maria.

Ahora toca preparar de nuevo los costales, para vivir esta cuaresma de Mayo, que el sueño de unos pocos nos ha regalado, toca mirar recorridos, para poder saborear imágenes que quizas no vuelvan nunca a producirse, toca igualar en pasos donde tu altura te impide hacerlo habitualmente, toca ver a esa u otra imagen que por estar lejor en Semana Santa, hace años que no ves, toca emocionarse al saber que alguien que nos falta se hubiera emocionado al ver a sus dos virgenes frente a frente.
En unos días habrá pasado todo. Viviremos del recuerdo, soñaremos con ese momento que sabemos que jamas se repetirá, porque quizas esa persona no volverá a estar allí a tu lado, vendrán a nuestra mente pasos de palio en silencio que uno tras otro, fueron escribiendo una página más en el inmenso libro de esta preciosa ciudad llamada Granada.

Llega la hora de disfrutar, de vivir lo soñado y de hacer realidad lo que muchos creíamos imposible, y es que a veces los sueños, se hacen realidad.




Las fotos que acompañan a esta entrada son de Raul Morente