sábado, 4 de junio de 2016

XXV años de Consolacion...




Hoy vuelvo a vestirme de negro. No es Lunes Santo. El frío de la cuaresma, ha dejado su sitio a atardeceres eternos y tardes de paseo. Mi tarjeta de sitio, reposa sobre mi costal planchado y el pellizco en el alma es distinto al de las tardes de Abril. Hoy tu manto es burdeos, tu belleza sublime luce abandonada de San Juan y María Magdalena, tu sien es lágrime y esfuerzo de tus devotos que hemos querido que luzcas nueva corona para tan histórica ocasión, Hoy vuelvo a vestirme de negro. No es Lunes Santo, es Junio, Junio de Consolación...

He contado los días para llegar a hoy, mi impaciencia me ha hecho soñar con tu llanto acompasado a sones de Margot, Virgen del Valle o La Madrugá e incluso en esos sueños, te he visto sonreír, porque tu, en el dolor de tu belleza, sonríes cuando tus hombres de negro nos fundimos con tu amor, bajo el refugio de tu trabajadera, tu sonríes cuando en una levantá, te llevamos al cielo rogando tu eterna Consolación en nuestro día a día, tu sonríes madre, porque en la plenitud de tu llanto, sabes de tu infinita belleza.

Hoy es un día especial para todos los que te rezamos en tu capilla porque tu, en esa fría capilla, escuchas todas nuestras plegarias y lo hacer desde aquel lejano 1995, cuando llegaste a nuestra ciudad. Nuestra historia de amor tardó en llegar un poquito mas de tiempo. Llegué a ti en los albores del año 2000 y desde aquel día, tu mirada quedó clavada a pellizcos en mi alma, te prometí ser costalero de tu llanto sin saber que ese día llegaría allá por el 2008 y a día de hoy sigo siendo de ti, y seguiré siendo de ti mientras tenga fuerza para rezarte tal y como lo hago ahora, en silencio cada Lunes Santo, porque ese silencio me hace encontrarme con mis miedos, con mis dudas y con mis ausencias, porque en tus silencios, encuentro yo mi calma, mi sosiego y mi paz.

Que bonito va a ser pasearte hoy Madre mía de Consolación, que bonito sentir tu amor al son de marchas que antiguas que derraman dolor, el mismo dolor que busco en tu llanto, el mismo dolor de los que fueron de ti y hoy te verán desde la acera, el mismo dolor que podrán disfrutar los costaleros de tu hijo y que hoy también serán costaleros de tu llanto y es que ser de ti, es muy bonito...

Gracias Junio por llegar y por regalarnos una tarde infinita. Gracias a la Hermandad por permitirnos disfrutar de ti en el día de hoy, gracias Paco por ser las manos de Dios en María, gracias Carolina por ser música de su silencio, gracias Madre por ser el llanto mas hermoso que jamas verán mis ojos...que suene la música!!!!!!!!


1 comentario:

  1. Pasan los días, y volver a leerte una semana después, emociona aún más. Siempre gracias, amigo.

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