sábado, 19 de septiembre de 2015

El guardián de tu fe



De mi mano o de la tuya. Mirándote o mirándome. Levantándote o levantándome. De un modo u otro, siempre me vas a tener a tu lado. Quizás mis canas te hagan plantearte dudas e incluso algún día, me preguntes quién soy, porqué salgo en esa o en aquella otra foto y porqué aparezco en aquellos momentos, en los que siempre te recuerdas sonriendo.

Sería tan sencillo como decirte que soy parte de tu vida, que tu padre y yo hemos compartido sueños y fracasos, o que tu primer apellido, nos va a unir para siempre. Pero no, lo mio y lo tuyo va mas allá, porque mañana cuando sujete la luz de la fe, te miraré a los ojos, a los ojos mas preciosos que han visto nunca los míos, y te contaré sin palabras, que siempre me vas a tener a tu lado, que siempre me vas a encontrar cuando me necesites, que no seré yo quien te marque las reglas, porque yo quiero hacerte las reglas mas faciles, que no seré yo quien te niegue un capricho, porque a tus primos, tu padre se los ha dado siempre, que no seré yo quien no te diga guapa, aunque ese día tu amanecer no haya sido el soñado, que no seré yo quien no suspiré, cuando te vea alejarte, porque yo siempre te sentiré a mi lado.

Y será mañana, cuando el aceite se funda con el blanquito de tu piel, cuando le pediré a mi Dios, que te haga un hueco en la cuna de mi fe, que quiero llevarte de la mano por las estrecheces de mis miedos, que quiero contarte, que no hay mayor amor, que el que no se ve, que siempre que necesites una mano, vas a encontra la de El, y que siempre, siempre, voy a ver en tu cara la inocencia de mi calma, porque tu eres mi niña, mi sobrina, la vida de mi vida, la sangre de la sangre que recorre mis brazos, que es la misma que recorre las arterias de tu padre, la misma que riega el corazón de mis hijos y la misma, que me hace llorar, cuando pienso en que algo malo pueda pasarte.

Mañana, cuando la vida refresque tu piel, en forma de agua, habrás nacido a la vida, a la vida de mi fe, de la fe de mis mayores, de la fe de tus padres, y ya serás para siempre semilla de la fe mas hermosa que hay, la fe de Dios. Yo solo seré la barandilla donde podrás sujetarte en momentos de dudas o incluso cuando tus miedos, no encuentren respuesta, a mi me vas a encontrar siempre que me busques, porque yo siempre voy a estar cerca de ti, aunque algunas veces, cuando mires hacia atrás, no me veas, pero yo siempre voy a estar cerca de ti, porque yo desde mañana, seré eternamente, el guardián de tu fe...



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