martes, 14 de mayo de 2013

Magna Mariana o vivir lo soñado...



Ya está aqui. Nos hemos perdido en debates absurdos, pero ya está aqui.
Dejando a un lado posibles errores y aciertos, que los habrá habido, como en todas las facetas de la vida que requieren de una organización previa, llegan los días de sentirnos privilegiados y de paladear tan histórica fecha.
Somos tan egoístas, que nos permitimos perdernos en juzgar lo que esta bien o mal, sin pararnos a pensar, que tras esas decisiones, hay horas de reuniones y esfuerzos, y en algunos detalles, fuerzas mayores que tal vez a nosotros, ciudadanos de a pie, se nos escapen, aún creyendo que todo es público y que hoy en día, todo se sabe.
Va a ser un día inmensamente bello, las calles se inundarán de almas necesitadas de fe, de curiosos que vendrán a conocer la riqueza de nuestro patrimonio, de corazones solitarios que buscarán enamorarse de Ella sin saber, que esa belleza, ya tiene dueño o sencillamente, de hermanos de filas, que ese día podrán consolar su llanto desde la acera, tal y como no pueden hacer ese o aquel día en Semana Santa...y es que el próximo Sábado, Granada se inundará de María, de la Madre de Dios, esa que tal y como hacen todas las madres, lo dió todo por su hijo...para gloria de todos nosotros.

Desde muy temprano, antes de que amanezca, Granada se hará paso de palio y desde todos los rincones,
llegarán al centro embajadoras de belleza sublime, acogiendo en sus manos las suplicas de los necesitados, de los abandonados, de los perdidos y de los enamorados...desde el Sacromonte, desde el Realejo, desde el Albaicin, desde el Zaidin....de Granada a Granada, a regalarle al que nos visita, la hermosura barroca de la Comendadora de la Amargura, la devoción de un barrio hecha Luz, la blancura de la eucaristía de la niña Victoria, la perfección costalera para acunar a la Madre Esperanza, la magia de los bordados derramada en el palio de las Penas o la sencillez hecha blonda de una Virgen que derrama Amor y Entrega...ese día Granada será cuna de belleza y embajadora de amor hecho llanto, por eso ha llegado la hora de disfrutarlo sin pararnos a valorar si se podría haber hecho mejor o peor...

Ese día, todos iremos a ver a la Patrona, a felicitarla por el centenario de su coronación, cara a cara iran mirándose advocaciones diferentes pero idénticas, porque todas son la misma, aunque las llamemos a cada una por su nombre. Será un dia especial para todos, pero especialmente para esas personas mayores que ven en la Virgen de las Angustias, a la verdadera advocacion de Granada.


Al primero que le escuché hablar de organizar dicho evento fué al bueno de mi amigo Cecilio Cabello. Cuando me lo planteó, pensé que era una locura y que mis ojos no estarían abiertos para el día en que ese inmenso acontecimiento se pudiera llevar a cabo.
Ha pasado el tiempo y no sólo mis ojos van a poder verlo, sino que mi cerviz será parte activa de tan importante fecha.
Los costaleros somos parte importante de este mundillo llamado cofradías, aunque hay quien se permite decir que los pasos deberian ir a ruedas, aún sabiendo que algún día puede ser apaleada por sus propios hermanos, somos unos privilegiados. Pocas, muy pocas son las personas que van a poder participar esa tarde acompañando a su Hermandad en esa multitudinaria tarde desde dentro del cortejo, sin embargo nosotros, los costaleros, los haremos desde donde nos gusta hacerlo, desde donde nos gusta contarle a nuestras devociones nuestras cosillas, esas que ya saben y que no está de más recordarles, aprovechando que las tenemos tan cerca.
Pero a muchos nos ha tocado elegir. Al que siente esto como un deporte sacro, le va a dar igual ir en un sitio o en otro, lo importante para el será vestirse de costalero y poner una referencia mas, en un inmenso curriculum vacío de devociones. Por el contrario, los que somos hermanos de nuestras Hermandades, porque así nos educaron y así lo creemos, hemos tenido un dilema, que cada cual ha resuelto como ha estimado oportuno. En mi caso particular, pertenezco a las tres Hermandades en las que realizo Estación de Penitencia, pero nunca tuve dudas en la elección, más aún, cuando las dos a las que abandonaré ese día, no son mis cuadrillas, aún siéndolo, y además, por suerte, van a estar sobradas de gente, aunque tal y como era de esperar, hemos sido invitados a igualar...pero yo ese día me debo a Ella...

A Ella la conocí por casualidad, en una tarde de verano. Paseaba yo adolescente de la mano de un amor pasajero, cuando entramos a un céntrico templo buscando el frescor del mármol conventual y allí, en silencio, estaba Ella. Dicen que las imágenes te llegan  o no al alma, dependiendo de tu estado de ánimo, el mío, desconozco cual era ese día, pero me enamoré de tan dolorosa belleza y le prometí amor eterno e incluso, pasearla del brazo altanero, si algún día sus monjitas daban permiso para hacerlo. Iba a verla a menudo, a hablarle de mis cosas, Ella me miraba, sabiendo perfectamente de que le hablaba. El tiempo pasó. Era un amor forjado en la distancia de días de soledad, incluso estando lejos, siempre tenía un recuerdo para esa niña que aguardaba mi visita allá por San Antón. Cada Lunes Santo, se abrían las puertas de tan recoleto Convento y Ella, se quedaba allí, en su capilla, viendo como el Sagrado Protector la abandonaba aún sabiendose acompañada, y yo quedaba huérfano de mirarla de frente, e incluso me permitía no ir a verla y mirar a otras,  sabiendo Ella y yo, que nuestros días estaban cerca, que pronto pasearíamos nuestro amor en el más profundo de los silencios.

Las cosas llegan cuando menos te las esperas y cuando más las necesitas. Aquel año acudí a besarte
tímidamente tu mano, llevando en mis brazos el fruto de mi amor y me susurraste que el día estaba cercano a llegar. Pasadas unas lunas el sueño se hizo realidad...desde ese día, Madre Nuestra de Consolación, eres es refugio de mis suplicas y acudo a ti a observar que en el llanto, también se aprecia belleza y que aunque a veces la pena y lo más importante, en ti encuentro la humanidad de gente anónima, que impregnados de tu amor, se han convertido en compañeros inseparable de viajes y batallas, somos testigos de tu grandeza y cómplices de historias de amor que tienen nombres y apellidos.
Cada uno llegó a ti por diferentes motivos, algunos lo hicieron por hacer un favor y no volvieron, pero tu se lo agradeciste regalándole tu cariño, otros se quedaron allí y hacen de ti su amor secreto. Los tuyos, los que te sentimos como nuestra el próximo Sábado te pasearemos por el Reino de Granada, que ese día será Reino eterno de Maria.

Ahora toca preparar de nuevo los costales, para vivir esta cuaresma de Mayo, que el sueño de unos pocos nos ha regalado, toca mirar recorridos, para poder saborear imágenes que quizas no vuelvan nunca a producirse, toca igualar en pasos donde tu altura te impide hacerlo habitualmente, toca ver a esa u otra imagen que por estar lejor en Semana Santa, hace años que no ves, toca emocionarse al saber que alguien que nos falta se hubiera emocionado al ver a sus dos virgenes frente a frente.
En unos días habrá pasado todo. Viviremos del recuerdo, soñaremos con ese momento que sabemos que jamas se repetirá, porque quizas esa persona no volverá a estar allí a tu lado, vendrán a nuestra mente pasos de palio en silencio que uno tras otro, fueron escribiendo una página más en el inmenso libro de esta preciosa ciudad llamada Granada.

Llega la hora de disfrutar, de vivir lo soñado y de hacer realidad lo que muchos creíamos imposible, y es que a veces los sueños, se hacen realidad.




Las fotos que acompañan a esta entrada son de Raul Morente


1 comentario:

  1. La sensatez absoluta... Fallos a porrillo, pero este intento de demoler todo es tan granaíno como la Torre la Vela. Al menos, me queda "EL Consuelo" de que aún quedan cofrades sensatos de bien...

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