Paciencia y Penas según...Floren Ruano

Floren Ruano es una joven que hace de la fotografía su pasión y su trabajo. Tengo la suerte de conocerla desde pequeña y ya desde entonces, era cariñosa y sensible, y esas dos cualidades, hacen de su fotografía un arte especial.

Ella hace hablar a su cámara, buscando aquellos detalles que al ojo humano se le escapan. Ella le habla, la acaricia antes de pulsar el botón y esa sensibilidad se puede apreciar en el resultado de sus trabajos.

Orienta su día a día a la moda, los resultados de su trabajo diario se pueden ver en su blog: LIGHTHOUSE 001 

Hasta ahora en Semana Santa se quedaba en su tierra natal, Sevilla...para hacer fotos y realizar Estación de Penitencia con su Hermandad, Los Negritos, pero este año siguió los pasos de su enamorado corazón y vino a parar a Granada. Venía expectante, sabiendo que nuestra Semana Santa es diferente, ni mejor ni peor, diferente. Con ese pensamiento disfrutó enormemente de esos días...

Se impregno de aires costaleros el Domingo de Ramos, el Lunes Santo se dejó llevar por el silencio vivido en la calle San Antón, el Martes se enamoró del verde de la niña de Santa Ana y prometió volver año tras año. Finalmente el Miércoles Santo, se perdió en los ojos almendrados de querubines vestidos de monaguillos, que supieron enamorar a su objetivo, ya que a ella la tienen totalmente enamorada desde hace un par de años...

Cuando me enteré que venía a pasar aquí unos días, no dude en pedirle un favor, que trajera con ella a su amiga, su inseparable amiga: su cámara de fotos. Ella siendo como es, no se lo pensó e hizo realidad mi ruego. Fruto de su trabajo son las fotos que acompañan esta entrada, con la cual quiero agradecerle el detalle de trabajar estando de vacaciones, y no solo disparando su objetivo...   

Para ella la fotografía es una forma de ser, la entiende como una manera de expresarse y la cuida como si fuese un recién nacido, poniendo el alma en cada disparo.

 Nosotros hemos intentado enseñarle nuestra Semana Santa lo mejor que hemos podido, haciéndole ver que cada día tiene su encanto, y que cada Hermandad pone en la calle lo mejor que tiene, para que los de aquí y los que vienen de fuera, sepan apreciar lo bueno de cada una de ellas. Ella, discreta como siempre, preguntaba poco, pero en alguna ocasión pude apreciar en su rostro gesto de sorpresa, por ejemplo, al ver a las mujeres participar en los cortejos ataviadas de mantillas...

Y así pasaron los días de Floren en Granada, disfrutando de la gente que la quiere y de las Hermandades de Granada, aunque la verdad es que la meteorología impidió que ella se llevará a su Sevilla natal una idea completa de la belleza de nuestras Hermandades.

Lo que si se llevo de vuelta a su ciudad fue como vivimos en mi familia la semana mas bonita de año y especialmente el Miércoles Santo, también se llevó el regusto de las tertulias de después, de noches de risas y carcajadas, de mañanas de orden y limpieza, de tardes de palco y de noches de bocadillos (invitación a mendigo incluida)....nos faltó enseñarte a que saben los helados de los Italianos en una tarde de Domingo de Ramos, la belleza de un Señor Cautivo que vive en La Magdalena, el Señorío de San Agustín, la grandeza de una bulla en la estrechez de la calle Santiago y el recogimiento de la calle Varela cuando es pisada por la Hermandad de Paciencia y Penas.

Confiando en que volverás, vuelvo a agradecerte tu esfuerzo y el hacerte trabajar cuando venías a olvidarte de obturación y temperaturas... 

Gracias por regalarnos la magia de tus manos...